¿Casualidad o causalidad? La casualidad existe una vez, los primeros
encuentros siempre son casualidades, o cosa del destino, no lo sé. A partir del
primer encuentro, todo son causalidades. Buscas que pasen, y pones un poquito
más de empeño cada vez.
Algunos dicen que la suerte está echada, definida desde que nacemos,
otros que se busca. Yo apoyo la segunda. Bueno, miento. Me prometí no creer en
la suerte. Pero sí puedo creer en ser cabezota y conseguir lo que uno quiere.
Eso sí me lo permiten.
Aún guardo increíbles imágenes en mi cabeza. Imágenes que no puedo
explicar, porque no sabría por dónde empezar. Llevo dos horas y un café y medio intentando describirlas, pero tienen tanta pasión que todo lo que diga se queda
corto. Tienen el tono de luz perfecto, acogedor, el aroma del encuentro más sugerente,
el tacto de las caricias más sensuales, un sonido de palabras suavemente
susurradas y el gusto más dulce. Tienen el reflejo de la sensación más
maravillosa. Esas imágenes tienen a dos perfectos desconocidos, la pasión que
solo pueden tener dos perfectos conocidos que empiezan a conocerse.
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